Cuando el director
Roy Ward Baker recibe el encargo de tomar las riendas frente al proyecto denominado
El Club De Los Monstruos, su carrera ya se encontraba perfectamente establecida en el género del terror. No era la primera vez que trabajaba para la productora
Amicus, en pocos años alzada a las primeras ligas en el género y competidora sin duda de la
Hammer.
Baker se vio en la tesitura de filmar a tres titanes de la gran pantalla en unos papeles un tanto insípidos, totalmente desaprovechados sabiendo de su talento. El trío maravillas no era otro que el formado por
Vincent Price,
John Carradine y
Donald Pleasence, profesionales salva películas que sólo con su parlamento ya lograban pescar al espectador –ante todo en el caso de
Price, rapsoda insustituible–.
Mientras la trama se desarrolla en el club se intercalan alucinantes actuaciones. Y lo de alucinantes viene por el hecho de que la música que se interpreta en la sala es pura nueva ola
pop, algo que poco o nada casa con este mundo de leyendas góticas. Pero así es, pues desde
The Viewers hasta los pasionales
Night, pasando por
B.A. Robertson, allí todos tiran de
power pop con referencias reggae. Sin ir más lejos, los mismos
Pretty Things, puntales de la
psicodelia británica y posteriores hitos del
hard rock setentas, estrenan su nueva piel new wave cantando el tema título del filme –ese mismo
1980 publicarían su rítmico y sustancioso LP
Cross Talk–. Aquí os dejamos el “Welcome To The Monster Club” con la introducción del insustituible y ya desaparecido
Vincent Price.
WELCOME TO THE MONSTER CLUB
Grupo: Pretty Things
Disco: The Monster Club OST
Año de Publicación: 1980
BIENVENIDO AL CLUB DEL MONSTRUO
Lees en los libros sobre las cosas
Que hielan el corazón humano.
Estaba desnudo con mi novia
Cuando ella apagó la luz
Diciendo: «Gracias por recordar»,
Y tomó un bocado mayor...
Y allí está la sangre,
Sangre, bienvenido al club del monstruo.
Escuchas esas pesadas pisadas
Siguiéndote cuando bajas al corredor.
Mientras abres la puerta a tu visitante de última hora
Realmente pierdes tu compostura.
Cuando te cede su estandarte,
Ajustadas sus reverencias, te sientes como un loco.
Entonces allí está la sangre,
Sangre, bienvenido al club del monstruo.
Hay una cara en mi ventana
Mientras la oscuridad me atrapa...
La puerta comienza a crujir y gritar en la noche.
Hay un dedo de fantasma con una extraña sonrisa retorcida.
Dadas las circunstancias...
¡Corre fuera de allí!
Hay dos o tres.
Así que te sientes muy orgulloso
De formar parte de la raza humana.
Hay una pequeña tristeza,
No demasiado dolor sobre tu cara.
Miras al espejo,
Hay una estaca que va directa a atravesar tu corazón.
Y entonces allí está la sangre,
Sangre, bienvenido al club del monstruo.
El club, el club, el club.